jueves, 3 de junio de 2010

La culpa es del que le da de comer no del chancho


La Unión Santafesina de Rugby es la única culpable de que esta situación halla explotado y se diriga a considerarse otro posible caso Giordana.

Los dirigentes santafesinos tienen la mala de costumbre de aplicar amnistias a jugadores y/o dirigentes que han sido sancionados gravemente, y no darlas a conocer, ya que saben que están actuando y procediendo erróneamente.

En los últimos años tenemos muchos ejemplos, y en segundo lugar, tienen la mala costumbre de esconder las informaciones. Así como cuando sancionan a algun club o suspenden una cancha nadie se entera por la USR, sino que por la gente de Rosario.

Además
En primer lugar, se vulnera el sistema de castigos, y se tira, con esos perdones, el trabajo que hace el tribunal disciplinario de la propia entidad.

En segundo lugar, queda demostrado que el manejo poco claro del sistema de amnistía, provoca que todo el mundo cometa infracciones, sabiendo que luego va a ser perdonado.

El tema Giordano saltó a la palestra porque un club rosarino fue el perjudicado, pero los dirigentes no hicieron nada, cuando las autoridades de La Salle le advirtieron de esta situación, y no hicieron nada de nada, hasta el día de hoy, ya que la nota enviada por el club colegial duerme en los cajones de la entidad de calle Ituzaingó.

Cuando La Salle puso sus quejas, nadie de la USR salió a hacer valer sus derechos. Claro, había un acuerdo poco demostrable en los papeles pero sin en los hechos, que hubo un canje de favores, para perdonar ciertas infracciones de clubes de estos pagos, a cambio de no reclamar nada del tema Logaritmo.

La jugada les salió tan mal, que como dice el dicho, la mentira tiene patas cortas, y así fue, que la gente de Uni de Rosario se vió perjudicada, y reclamó algo que es justo, y que no debe pasar. Si alguien fue sancionado debe cumplir la sanción y no vulnerarla.

Por estos pagos, si bien no se vulnera en el sentido estricto de la palabra, la complicidad de los dirigentes hace que con la amnistias, se deje en la nada las sanciones impuestas, marcando un mal ejemplo, de que no hay ni premios ni castigos.

Casos podemos citar muchos, hasta el día de hoy la familia de Bearzotti de La Salle Jobson se pregunta, en carácter de que se levantó la sanción a su agresor, a quien hoy vemos jugando como si nada, y la verdad, que uno no puede darle una respuesta.

Tan grave, como que un dirigente y/o entrenador que recibió importantes sanciones, ocupe un cargo en el concejo directivo de la USR, siendo que sus estatutos lo prohiben, lo cual es muy irregular esa situación, pero como todo se perdona, ahora explotó y el perjudicado es Logaritmo.


La novela da toda la sensación de que esto recien comienza, y al parecer, la gente de Logaritmo, iría hasta las últimas consecuencias. Ojalá así sea.

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