martes, 7 de julio de 2009

Un referee de rugby renunció a sus funciones


En octubre de 2008 sufrió un grave accidente viajando a dirigir a Asunción con su auto, y a 10 meses del caso, todavía no fue resarcido por los organismos correspondientes.

El jueves 15 de octubre en horas del mediodía, el correntino Carlos Alcalá volvía de su estudio de cumplir con sus tareas de abogado, y un llamado le informaba que debíar viajar a Asunción para dirigir un partido de rugby.

Dos árbitros santafesinos, en ese momento integrantes de la comisión de referees de la USR, la informaron que desde la UAR - área referato - lo iban a llamar para informarle de la designación.

Alcalá, por falta de tiempo material para llegar hasta la capital del país vecino, decidió viajar en auto a dirigir el partido entre Paraguay con Formosa por el Campeonato Argentino de Ascenso.

La grave situación se produjo 10 kilómetros antes de llegar a la localidad santafesina de Romang, ubicada en el departamento San Javier sobre la costa santafesina, en el cual tuvo un grave accidente.

Por suerte, él y su acompañante, el arbitro paranaense Manuel Aybar - que iba a dirigir Noreste con Santiago del Estero -, no sufrieron lesiones de gravedad, pero el vehículo de Alcalá quedó destruído.

Hasta altura de la descripción de esta situación, no quedan dudas que Alcalá puso su automóvil para cumplir con la designación oficial que le efectuó la Unión Argentina de Rugby. De más está decir, que la cadena vertical tiene la siguiente estructura: Club, Unión Provincial y Unión Argentina de Rugby.

Es decir, que Alcalá fue a dirigir en representación de la Unión Santafesina de Rugby, y es quien hasta el momento, según el afectado, le ha dado sistemáticamente la espalda, y no ha contribuído a dar solución a sus justos reclamos.

El vehículo de Alcalá, que tras el accidente quedó destruído, debió ser traslado hasta Santa Fe por una grúa. Pese a algunas lesiones leves, el referee designado, viajó igual hasta Asunción y como correspondía cumplió con la responsabilidad que tenía: dirigir Paraguay con Formosa.

Lucha infructuosa
Desde el momento que retornó a la ciudad de Santa Fe, tras haber destruído el auto con el que trabaja, el correntino Alcalá puso en conocimiento de la situación a los máximos dirigentes del rugby santafesino y de la entidad madre del rugby argentino.

"Hace 10 meses que inicié el reclamo, para que me reconozcan los daños que sufrí, y nadie me da una respuesta" fueron las palabras del árbitro santafesino, que cumple esa función propuesto por la entidad de Sauce Viejo.

"Sinceramente, el club y la Unión nunca me brindaron su apoyo, por lo cual tuve que renunciar, ya que no veía que se interesaran por mi situación" fueron las palabras de dolor del árbitro renunciante.

Sin afirmarlo ni negarlo, quedó demostrado que sus compañeros arbitros, tampoco le brindaron apoyo ni se esmeraron en buscar que Alcalá sea escuchado, y que sus justos reclamos sean atendidos.

Desde las máximas autoridades del referato en la UAR, trataron de envolverlo en situaciones pocos claras, como así también, sus propios compañeros santafesinos, en su afán egocentrico y de figuración, le jugaron una mala pasada.

Solamente el arbitro entrerriano Victor Maximiliano Rabuffetti, sin lugar a dudas un excelente referi - el mejor del país -, y de grandes cualidades como persona, le brindó el apoyo, ante la sorprendente pasividad de sus compañeros santafesinos, lo cual es, por lo menos, altamente sospechoso y habla de una falta total de compañerismo.

Con la renovación que se produjo a fines de 2008, en la comisión de arbitros de la Unión Santafesina de Rugby, Alcalá tenía esperanzas de cambiar en algo su situación, pero las mismas se fueron diluyendo con el correr de los meses, ya que estando en el mes de julio, tampoco obtuvo respuestas satisfactorias.

Un buen tipo
Carlos María Alcalá es un hombre fuertemente ligado al rugby, que en su Corrientes natal comenzó a jugar en Aranduroga, y que por las cosas de la vida se casó con una santafesina. Ello, no lo privó de seguir vinculado a la pasión de su vida que es el deporte de la pelota ovalada. Fue así, que radicado en Santa Fe, decidió colaborar como árbitro, cosa que es muy loable, ya que por estas épocas no abundan y la USR busca por todos lados ampliar la cantidad de referis.