
La reunión extraordinaria es impulsada por el presidente de la UAR, Alejandro Risler, para aprovechar la euforia que desató la espectacular actuación de Los Pumas en Francia.
Los actuales dirigentes están ansiosos por renovar las estructura del rugby nacional, lo que permitiría hacerse acreedores a las distribuciones pecuniarias que realiza la IRB a las distintas uniones del mundo.
En consecuencia, es necesario modificar la actual estructura del rugby argentino cuyo espíritu se fundamenta en el amateurismo.
Es de público conocimiento que las intenciones de Risler y el secretario de UAR, Raúl Sanz, es modificar el actual estatuto y con esa herramienta tratar de impulsar la creación de una selección rentada.
La cita para empezar a discutir el tema es el viernes próximo en la sede de la UAR, ubicada en avenida Rivadavia al 1200 de esta capital.
¿Fracaso?
Cabe recordar que la URBA, con su presidente Néstor Galán a la cabeza, mantiene una fuerte disputa con las máximas autoridades de la UAR.
La Unión de Buenos Aires -posee cerca del 45 por ciento de los votos- consultó a sus clubes afiliados y la respuesta fue categórica, ya que por unanimidad ganó la postura negativa.
Los que también se opondrían a la iniciativa son Tucumán, Córdoba, Salta, Rosario, Mendoza, Santa Fe, Tierra del Fuego y Sur.
Este sombrío panorama permite aventurar que no prosperar la reforma estatutaria.
"No nos oponemos a la existencia de un seleccionado profesional, que quede claro, pero de eso no se habla en el proyecto de la UAR. El estatuto que pretenden crear divide al rugby argentino, y hasta destruye a algunas uniones", aclaró Galán.
La oposición al proyecto se fundamenta en el método arbitrario en la elaboración del plan, en la ambigüedad en la redacción de algunos de los artículos y en la constitución de un Comité Ejecutivo con funciones poco precisas.